DIOS Y EL MUNDO ESPIRITUAL

¡DIOS ABSOLUTO!
Antes de leer este artículo, el lector debería leer primero mi texto “Dios y el ser humano”, en el cual ofrecí un consejo. En este escrito intentaré explicar la importancia de ese consejo, para que el lector comprenda mejor la verdad real y el significado correcto de mis palabras.
Tomemos como ejemplo el camino de vida desde el nacimiento hasta la muerte de una persona.
Al nacer en este mundo, el ser humano recibe un cuerpo material, y con él surgen ciertas necesidades físicas.
Se dice que el ser humano nace del pecado, por eso se le bautiza, etc.
Sin embargo, es importante destacar que antes de nacer, cada uno de nosotros —todo ser humano que vive en la Tierra— habló con Dios.
No en inglés ni en lituano, sino en un lenguaje espiritual.
Entonces, todos podíamos comprender plenamente a Dios y le hicimos las promesas más maravillosas.
Pero ninguno de nosotros tenía cuerpo material...
Por eso ahora no pueden recordar los episodios del mundo espiritual.
¿Comprenden al menos una parte de la verdad real?
Recuerden que la Tierra no es su hogar principal, sino su escuela personal.
Lo que el ser humano acumula durante su vida terrenal, podrá mostrárselo a Dios y a sí mismo al entrar en el mundo espiritual después de la muerte.
En la verdad real, cada uno de nosotros vino a este mundo para perfeccionarse.
Pero hay quienes no se perfeccionan en absoluto, y me resulta incomprensible cómo podrían unirse con Dios.
Después de esa unión espiritual con Dios, tal persona “caerá” nuevamente a la Tierra, pero le será mucho más difícil perfeccionar su espiritualidad...
Se dirige hacia la perdición —hacia el infierno.
Tomemos otro ejemplo:
Cuando una persona perfecciona el bien y la espiritualidad, sus “calificaciones” aumentan en el mundo de los espíritus.
Y cuando alcanza las más altas, se une con Dios.
A esa persona se le otorga todo el poder en el cielo y en la tierra.
Incluso tiene el derecho de elegir entre una vida humana maravillosa o el mundo espiritual del propio Dios en el cielo,
porque él mismo se convierte en una especie de Dios.
Quiero mencionar que ningún ser humano necesita alcanzar los niveles de divinidad.
Le basta con vivir una vida hermosa y honesta, y todo se ordenará por sí solo, tanto en su mundo terrenal como espiritual.
✍️ Firmado: DIOS